Todo el mundo se enfrenta a cuestiones sobre el propósito y el significado de la vida. ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué se supone que debo hacer? Estas preguntas a menudo persisten, especialmente cuando nos encontramos en roles que no nos satisfacen o no se alinean con nuestra verdadera vocación. Llegué a un momento crucial cuando me di cuenta de que a pesar de poner mi corazón en mi trabajo en una universidad/empresa, no era correspondido el amor. Claro, apreciaba a mis alumnos y obtenía satisfacción al ayudarlos, pero me estaba perdiendo en el proceso. Las exigencias del trabajo eran agotadoras, dejando poco tiempo para el bienestar personal o actividades fuera del trabajo. Dios, sin embargo, tenía otros planes reservados para mí.
Cuando me alejaron de mi trabajo "perfecto", pronto descubrí sus imperfecciones. Las largas horas de trabajo, la conectividad constante y el costo de mi salud eran señales claras de que algo necesitaba cambiar. A través de la introspección y la guía divina, encontré mi verdadera pasión: el emprendimiento. Lilyfield Brands surgió no sólo como una empresa de velas, sino como un faro de inspiración para que otros persiguieran sus sueños.
Nuestro sentido del olfato está profundamente ligado a nuestros recuerdos y aspiraciones. Dentro de las fragancias de nuestras velas se encuentran innumerables ecos de la vida que imaginamos para nosotros mismos. En el fondo, conocemos el camino que Dios nos ha marcado y la persona que nos ha llamado a ser. Mi misión es animar a otros a abrazar la valentía y buscar una vida bien vivida, llena de propósito y realización.